Todas estas
lenguas usan predominantemente los prefijos más que los sufijos.
La morfología nominal es en general simple, siendo tal vez el punto más
complejo el uso de clasificadores fosilizados en ciertas categorías. En el
pronombre se distinguen tres personas y tres números (singular, dual y plural).
El orden básico de sujeto, verbo y objeto es VSO y en cuanto a las
adposiciones, sólo existen preposiciones (estas dos características junto con
el uso preferente de prefijos, están relacionadas con el hecho de que las
lenguas otopames suelen colocar el núcleo sintáctico al principio del
sintagma y sus complementos tras éste).
La morfología nominal es relativamente
simple haciendo un uso limitado de la derivación y la flexión. No existe género
gramatical propiamente dicho, aunque en los sustantivos referidos a
personas y animales suele incluirse algún prefijo para indicar sexo femenino
(tsu-, su-, šu-, ču-). La forma típica de un sustantivo es la siguiente:
Donde es un sufijo flexivo
obligatorio que indíca el número (diferenciando frecuentemente en el singular
entre [+humano] y [-humano]; un posible sufijo derivativo que
frecuentemente es un diminutivo, o un nominalizador (de agente, o de acción
verbal). A veces la raíz es en realidad una composición de dos raíces. El verbo
tiene la estructura:
Donde es un prefijo sincrético que
extresa tanto la persona del sujeto como las categorías TAM, aparece
en verbos transitivos y expresa el pronombre objeto, finalmente eTRExpresa
el plural de la persona sujeto. El siguiente cuadro reproduce los prefijos de
tiempo y persona en mazahua, otomí y matlatzinca:
Tiempo
|
Persona
|
Mazahua
|
|
Matlatzinca
|
Presente
|
1ª
|
ti-
|
di-
|
tu-, tuh-
|
2ª
|
ki-
|
gi-
|
iʔ-, ih-
|
3ª
|
y-
|
yi-
|
kuʔ-, kuh-
|
Pasado
|
1ª
|
to-
|
to-, tu-
|
ta-
|
2ª
|
gi-
|
gu-
|
ʔi-
|
3ª
|
pi-, po-
|
bi-, pa-
|
Ø
|
Futuro
|
1ª
|
ta-
|
gu-
|
ruh-
|
2ª
|
te-
|
gi-
|
riʔi-
|
3ª
|
ta-
|
ta-
|
(ki-)ta-
|
´
LA ÚNICA GRAMÁTICA DE LA LENGUA PAME
* FRAGMENTO EXTRAIDO DE LA GRAMÁTICA OTOMÍ DE FRAY
GUADALUPE SORIANO1 YOLANDA LASTRA INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS,
UNAM*
La gramática otomí de fray Guadalupe Soriano se encuentra en un
manuscrito
que se intitula Arte de los idiomas otomí y pame; vocabularios de
los idiomas pame,
otomí, mexicano y jonaz. Éste se halla en la biblioteca Benson de
la Universidad
de Texas en Austin. Sólo se ha publicado una parte llamada Prólogo
historial
Trabajo presentado en The First International Conference
on Missionary Linguistics,
Universitetet i Oslo/Vokenasen Hotell, Oslo, Noruega, del 13 al 16
de marzo de 2003.
El manuscrito de Soriano empieza con un prólogo, luego explica la
ortografía
otomí que va a emplear (pero después cambia de sistema); sigue la
gramática del otomí. Luego hay un apartado breve llamado “Libro en
que se
da razón breve del género de los nombres y de las cantidades de
todos vocablos
por una clarísima ortografía”. Sigue una dedicatoria y después el
Prólogo
historial. Continúa con un Arte del idioma pame, una página de
chino y
entonces aparece lo que llama “Difícil tratado del arte y unión
de los idiomas otomí
y pame cuyos dos idiomas se aprenden por unas mismas reglas para
la fácil y
necesaria administración de las Misiones de Sierra Gorda”. En esta parte no
hay casi nada de gramática y lo que hay es repetición de lo
anterior. A esto
sigue una dedicatoria muy larga y otra versión más extensa que la
anterior del
Prólogo historial. Trata otra vez sobre la pronunciación del otomí
y siguen 67
páginas por ambos lados de vocabulario otomí. Siguen partes menos
interesantes:
una confesión en mexicano, algo sobre unos brujos, algo sobre los
volcanes y
un tratado de justicia. El manuscrito es pues muy heterogéneo y
repetitivo y se
puede considerar como una especie de borrador (Manrique, 1960).
La gramática del otomí empieza con una descripción de la
ortografía.
Dice que hay ocho vocales: a, E /E/, i, o, e; utiliza un símbolo
especial para /O/
y otro para /ˆ /. Es interesante que ya en esa época, en esa
región al parecer ya
no había /ç/ abierta. Por ejemplo ‘yo vendo’ era /dipa/. En el
área del Valle del
Mezquital la /ç/ abierta ha cambiado a /a/. En la época de
Cárceres [terminó el
manuscrito en 1580] sí había /ç/ abierta. De hecho Cárceres
distingue entre la
/ç/ abierta y la cerrada, pero no entre la /E/ abierta y la
cerrada. Fray Alonso
Urbano en el diccionario que terminó probablemente en 1605, pero
que no se
publicó sino hasta 1990 no representó sistemáticamente los
contrastes entre
las vocales abiertas y las cerradas. Neve y Molina (1975) en sus
Reglas de
ortografía, diccionario y arte del idioma otomí, publicado en 1767
sí las distingue.
En el Códice de Huichapan (Ecker, 2001) no se señala la distinción
entre la
/ç/ abierta y la cerrada, pero podemos suponer que existía el
contraste porque las
palabras que en los dialectos modernos hacen la distinción se
escriben todas con
<o>. Si ya hubiera habido el cambio de /ç/ a /a/ las
palabras que ahora tienen /a/ en
el Mezquital se hubieran representado con /a/. No es posible
afirmar si el
hecho de que Soriano no distinga entre /ç/ y /o/ se deba a que no
percibía el contraste
o a que se haya tratado de un cambio en proceso. El hecho es que
Soriano y Neve
son contemporáneos y Neve distingue todas las vocales orales
mientras que Soriano
no lo hace.
En la lista de las vocales Soriano no menciona la /u/ que por
supuesto sí
había, como en el pronombre de primera persona: nuga. En otras
consideraciones
que hace posteriormente sobre las vocales sí menciona la /u/ que
escribe
<v>. Considera que la vocal alta central y la media central
son diptongos.
Después señala que también hay vocales nasales (narigales). Dice
que la <h>
se utiliza en vez de la <j> y sirve para escribir la
aspiración.
Lo primero que trata al empezar a hablar de gramática son los
verbos que
cambian, por ejemplo, de p>b como en padi ‘saber’, bi-bãdi
‘supo’. Da otros
ejemplos de cambios morfofonémicos, pero dice que los verbos
cambian en
todos los tiempos, lo cual es inexacto pues cambian (al menos en
otomí moderno)
en la tercera persona y a veces también en la segunda del
pretérito, perfecto,
pluscuamperfecto, futuro e irrealis. Cárceres ya había explicado
los cambios
que sufren los verbos de manera mucho más clara.
Los posesivos son: ma-, ni-, na-. Esto es interesante porque
indica que en
1767, fecha en la que Soriano terminó de escribir, todavía no
habían cambiado
ni- y na- a ri- y ra- que son las formas actuales en la mayoría de
los dialectos.
Dice Soriano:
Todo verbo que comienza con vocal recibe una te duplicada que
poniéndolos en 3a
persona se vuelven impersonales: yttede: sale del verbo øde que
significa ‘oir’, yttuni sale
del verbo uny que significa ‘dar’.
Supongo que la doble tt representa t + saltillo.
La conjunción se hace con las partículas ne, ha y nehe.
Llama concomitancia a lo que ahora llamamos dual y en realidad lo
explica
bien aunque después al referirse a los verbos no vuelve a
mencionar el asunto
ni tampoco se da cuenta de que hay exclusivo e inclusivo tanto
para dual como para
plural. Sobre la concomitancia dice:
A esta partícula con la primera persona con tercera equibale
esta particula be v.g. ‘como
con Lorenzo
dinûmbe nanenxo. [dual excl]
‘como contigo’ que es primera con segunda equibale esta gui,
diciendo
dinûnigui [dual incl]
a 3a con 3a equivale la misma gui vg Gregorio va con Andrés
nangonio namagui Andrés.
En seguida menciona lo que llama materia, por ejemplo ‘plato de
plata’ para
lo que se utiliza ga: manza gataxi.
Para disminuir se utiliza tzi: tzi hemi ‘papelito’; para decir que
algo es
grande se usa da: daxmo ‘jícara grande’ o de: dexmo.
‘Cómo’ se pregunta con hage; el si condicional es nubuˆ;
La negación es hinna.
Los objetos directos pronominales, que por supuesto no llama así,
son -gi,
-i, -bi. Esto me llama la atención porque actualmente para la
segunda persona
se utiliza generalmente -k/i.
Después da la conjugación del verbo ‘abrir’, como sigue:
Presente de indicativo
Singular
yo
abro
godixoqy
tú abres
goguixoqy
aquel abre
goyxoquny
[me imagino que sería go-i-xokni]
Plural
nosotros
abrimos
godixoqihˆ
vosotros
abris
gogixoqygui [-wi]
aquellos
abren
goyxoquiyˆ
Pretérito imperfecto
Singular
yo
abría
godixoqymaha
tú abrías
goguixoqymaha
aquel
abría goixoqymahny
Plural
nosotros
abríamos godixoqymahhˆ
vosotros abríais
goguixoqymahgui [-wi]
aquellos abrían
goyxoqymahyˆ
Pretérito perfecto
Éste tiene dos romances y para cada uno partículas distintas, para
el primero
hay da, ga, bi, para el segundo: xta, xca, xa
Primer romance
Singular
Yo
abrí godaxoqy
tu abriste[s]
gogaxoqy
aquél abrió gobixoqyni
Plural
Nosotros abrimos
godaxoqyhI
vosotros
abristeis
gogaxoqygui [-wi]
aquellos abrieron
gobixoqyyI
Segundo romance
Singular
Yo he abierto goxtaxoqy
Tú has abierto goxcaxoqy
Aquél ha
abierto goxaxoqyny
Plural
Nosotros hemos
abierto
goxtaxoqyhˆ
Vosotros habéis
abierto
goxcaxoqygui [-wi]
Ellos han abierto
goxaxoqyyˆ
Pretérito pluscuamperfecto
Singular
yo había abierto
gosxtaxoqymaha
tú habías abierto goxcaxoqymaha
aquel había abierto
goxaxoqymahnì
Plural
nosotros habíamos abierto
goxtaxoqymahhe2
vosotros habíais abierto
goxcayoqymahguy3
[aqui pone y]
aquellos habían abierto goxaxoqyimahˆ
El empleo de –he plural excl. En los dialectos contemporáneos vs
-hˆ que generalmente
pone para el plural de la primera persona es señal de que había
tanto inclusivo como exclusivo,
pero que Soriano no se había dado cuenta. 3
Aquí utiliza guy mientras que otras veces escribe gui. Se trata
del dual /-wi/
Futuro imperfecto
Singular
yo abriré
gogaxoqy
tú abrirás
goguixoqy
aquél abrirá
godaxoqyni
Plural
nosotros abriremos
gogaxoqihˆ
vosotros abriréis
goguixoqyigui
aquellos abrirán
godaxoqyˆ
Futuro perfecto
Singular
yo habré
abierto
vagodaxoqui
tú habrás abierto
vagogaxoqy
aquél habrá abierto
vagobixoqyni
Plural
nosotros habremos
abierto
vagodaxoqyhˆ
vosotros habréis abierto
vagogaxoqygui
aquellos habrán abierto
vagobixoqyyˆ
Imperativo
abrid vosotros
godaxoqyhˆ
abran
aquellos godaxoqyyˆ